faveldelannoy

 Tarde en el mar. Aguas claras y al fondo un arrecife de colores brillantes. A la izquierda se abre una cueva rocosa adornada con algas. En el centro y en primer plano hay dos besugos, Beth y Hugo, ambos ya de cierta edad, con el rostro ajado por el tiempo. Beth sostiene un abanico amarillo mientras que Hugo, ataviado con una levita negra, no para de agitar el agua con su bastón. Están conversando. BETH: ¿Y tú cómo estás de salud, Hugo? Te noto pocho, sí. Tus escamas no brillan, no, no, no. HUGO (sin mirarla): Mi salud es de hierro, pero es que en esta zona hay mucha humedad, y a mí el agua nunca m